SOLAMENTE EXISTE UN DIOS
LLAMADO TAMBIÉN EL GRAN YO SOY, en el cual mora el BENDITO ESPÍRITU SANTO y quien es padre de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y MÍO TAMBIÉN, pues me he hecho uno con CRISTO JESÚS, he entregado mi vida a MI SEÑOR, ya que nadie va al padre sino a través de CRISTO, y la meta de todo HIJO DE DIOS DEBE SER, poder decir como PABLO: NO VIVO YO MAS VIVE CRISTO EN MI.
Juan 17:21-23: 21 para que todos sean uno; como tú, oh
Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el
mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me
diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo
en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo
conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me
has amado.
CRISTO
VERDADERAMENTE VIVE EN NOSOTROS
Romanos 8:10 “Pero si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo
está muerto a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia”.
Todo ser humanos fue creado y/o formado por Dios de forma tripartita, ósea que poseemos un espíritu, y un alma dentro de un, siendo el espíritu la parte más profunda de nuestro sere, es por medio de este que podemos comunicarnos en intimidad con el Espíritu de Dios. Cuando recibimos a Jesús como nuestro Salvador, Él selló nuestro espíritu, y desde ese instante Él mora en nosotros, así que SOMOS UNO CON ÉL.
2 Corintios 4:6-7: “Porque
el mismo Dios que dijo: De las tinieblas resplandecerá la luz, es el que
resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la
gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de
barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”. El tesoro al que se refiere este versículo, es
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, en quien se manifiesta la
gloria del PADRE, para
revelarnos la BENDITA GLORIA DE DIOS
desde nuestro espíritu.
Gálatas 1:15-16: “Pero
cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó
por Su gracia, revelar a Su Hijo en mí”. DIOS revela su hijo en nosotros a través
del ESPIRITU SANTO, usando nuetro espíritu, el cual fue sellado cuando nos
hicimos HIJOS DE DIOS, por esto, PODEMOS AFIRMAR COMO DICE EL LIBRO DE GALATAS
en su capítulo 2, versículo 20. “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya
no vivo yo, más vive Cristo en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la
vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a Sí mismo por mí”.
Hagamos como PABLO,
SEAMOS IMITADORES DE CRISTO, esto fue lo que llevo al apostol PABLO , a ser perfecto, cumplir la voluntad de DIOS.
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