DANIEL 12:4, “PERO TÚ, DANIEL, CIERRA
LAS PALABRAS Y SELLA EL LIBRO HASTA EL TIEMPO DEL FIN. MUCHOS CORRERÁN DE AQUÍ
PARA ALLÁ, Y LA CIENCIA SE AUMENTARÁ”.
Entre nosotros está ampliamente difundida la
interpretación de que Daniel 12:4 se refiere a los tiempos modernos. El hecho
es que si leemos Daniel 12:4 en su contexto, vemos que el párrafo se refiere al
tiempo de la tribulación, cuando muchos judíos estudiarán las profecías de
Daniel y se convertirán al Mesías.
Algunos comentaristas de la profecía bíblica, enseñan
que DANIEL DEBÍA CERRAR Y SELLAR EL
LIBRO porque sus profecías hablaban de tiempos modernos, y por eso los
contemporáneos de Daniel no las podían comprender. Estaba reservado para la
gente de los tiempos modernos el comprender esas profecías, ya que sólo los que
se estuvieran acercando al cumplimiento de esos sucesos, podrían comprender lo
que el profeta veía. Esta manera de pensar no se puede confirmar. El cerrar y
sellar del libro hasta el tiempo del fin, significa algo muy diferente. Se
trata de la orden de guardar el libro de Daniel. EL COMENTARIO DE STEPHEN MILLER EXPLICA MUY ACERTADAMENTE ESTE
ASPECTO DE DANIEL 12:4. Dice así: “En el antiguo Cercano Oriente era
costumbre “sellar” un documento importante, imprimiéndole los distintivos de
los participantes y del escribiente. Un texto sellado no podía ser redactado ni
cambiado. Luego se copiaba el documento original y se lo ponía en un lugar
seguro (‘cerrar’), donde podía ser conservado. Una excelente ilustración de
este proceso se encuentra en el libro de Jeremías, cap. 32, vs. 9 al 12: ‘Y
compré la heredad de Hanameel, hijo de mi tío, la cual estaba en Anatot, y le
pesé el dinero; diecisiete siclos de plata. Y escribí la carta y la sellé, y la
hice certificar con testigos, y pesé el dinero en balanza. Tomé luego la carta
de venta, sellada según el derecho y costumbre, y la copia abierta. Y di la
carta de venta a Baruc hijo de Nerías, hijo de Maasías, delante de Hanameel el
hijo de mi tío, y delante de los testigos que habían suscrito la carta de
venta, delante de todos los judíos que estaban en el patio de la cárcel”. El
documento de compra de Jeremías no fue sellado para ‘ocultar’ el contenido o
para mantenerlo ‘en secreto’, sino para preservar el documento. Jeremías, de
hecho, realizó esta transacción en presencia de su primo y de ‘los testigos que
habían suscrito la carta de venta, delante de todos los judíos que estaban en
el patio de la cárcel’ (como vemos en Jer. 32:12). También existía una ‘copia
no sellada’ del documento, que estaba abierta, posiblemente para ser revisada.
De acuerdo con esto, Gabriel le dio la orden a Daniel
de guardar ‘las palabras del rollo’, y no sólo esta última visión, sino todo el
libro, para aquellos que vivieran en el ‘tiempo del fin’, cuando este mensaje
fuera necesario.”
En el capítulo 8:26, Daniel recibe la misma orden, o
sea que debía “sellar” la visión. Por lo tanto, no se trata de que Daniel
hubiera sellado estas palabras para que fueran un secreto hasta algún tiempo
futuro, sino para que la profecía fuera guardada y estuviera disponible cuando
fuera necesitada en el futuro. Pero, ¿cuándo será eso?
El término hebreo para “tiempo del fin” puede ser
hallado cinco veces en el Antiguo Testamento, y siempre en el libro de Daniel
(8:17; 11:35 y 40; 12:4 y 9). Además de esto, en Daniel 8:19 encontramos una
formulación similar. Daniel 8:26 dice sobre la visión: “Es para muchos días.” Y
Daniel 10:14, explica: “He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu
pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.” Es
interesante ver que al final del libro de Daniel, donde se concentra la
profecía para el futuro, al menos ocho veces encontramos una declaración con
respecto al tiempo del fin. De este modo, vemos claramente cuándo deben suceder
estas cosas en el plan profético de Dios para la historia.
Como la expresión “tiempo del fin” aparece solamente
en el libro de Daniel, creo que eso sólo puede referirse al final de un período
de tiempo mencionado en el libro de Daniel. Daniel 8:17 dice: “Entiende, hijo
de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.” Y en el versículo 19
dice: “He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso
es para el tiempo del fin.” Tomando estos dos versículos juntos, vemos que
ambos deben referirse al mismo período de tiempo. Visto en el contexto, el primer
tiempo de ira se referiría a los acontecimientos alrededor de Antíoco Epífanes
en el siglo dos a.C. Pero aquí, el ángel enviado le habla a Daniel del “fin de
la ira”, “porque eso es para el tiempo del fin”. En todo el libro de Daniel, el
último tiempo de la ira trata del tiempo de tribulación, poco antes de la
llegada del Mesías.
Todos los demás usos de “tiempo del fin” en Daniel
(11:35 y 40; y 12:4 y 9) se refieren a lo mismo, es decir, al tiempo de la
tribulación. “Por lo tanto, las profecías reveladas debían ser aplicables,
sobre todo, para aquellos que vivieran en el ‘tiempo del fin’”, según John
Walvoord.
Recuerdo mirar un programa semanal sobre profecía en
la televisión, a fines de los años 90. Dicho programa, durante un año explicó
la explosión de la tecnología moderna, repitiendo constantemente la afirmación:
“El conocimiento de duplica cada 17 meses.” Toda la documentación se basaba en
su (mal)entendido de Daniel 12:4, según el cual una explosión de conocimientos
sería el cumplimiento de la profecía: “Y la ciencia se aumentará”. No cuestiono
la explosión de conocimiento, pero Daniel 12:4 no es una profecía sobre
crecientes conocimientos científicos en algún tiempo de la historia. En lugar
de eso, el texto habla, como se puede ver claramente al tener en cuenta el
contexto, del pueblo judío que comprenderá las profecías durante el tiempo de
la tribulación.
El conocimiento aquí mencionado no es tan sólo un
conocimiento general. Si éste fuera el caso, no tendría el artículo definido en
hebreo. Pero, como utiliza el artículo definido, el texto habla de un
conocimiento determinado y no general. De modo que en el contexto no puede
tratarse de otra cosa, sino del entendimiento de las profecías que Daniel tuvo
que sellar hasta el tiempo del fin.
Esto no significa que hasta entonces nadie entenderá
las profecías. Creo que los creyentes nacidos de nuevo pueden comprender la
profecía de Daniel, cuando la estudian, e investigan su significado. No
obstante, este pasaje dice claramente, en el contexto, que el pueblo judío,
como un todo, recién comprenderá las profecías del libro de Daniel “en el
tiempo del fin”. La razón por la cual no comprenderán la profecía antes de eso,
es la ceguera espiritual que actualmente reina en todos los judíos, incluso con
respecto a la comprensión del Antiguo Testamento – con excepción del remanente
creyente en la iglesia. Pablo explica: “Pero el entendimiento de ellos se
embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el
mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado. Y aun hasta el día de
hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.
Pero, cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará” (así leemos en 2 Co.
3:14 al 16). Este velo será quitado en algún momento de la tribulación, e
Israel recibirá el entendimiento correcto de sus escritos proféticos. Nosotros
los gentiles, no obstante, deberíamos cuidarnos de pensar que la ceguera
espiritual sólo le ocurre a Israel. ¡Ése no es el caso! De hecho, la ceguera
espiritual es la situación de cada individuo hasta que reconozca a Cristo como
su redentor (como vemos en varios pasajes, 1 Co.; Ef.; y 1 Jn.).
También creo que una afirmación más tardía, del ángel
enviado, confirma mi interpretación: “Anda, Daniel, pues estas palabras están
cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán limpios, y
emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de
los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán” (Dn. 12:9 y 10). Los
incrédulos nunca comprenderán estas cosas, e Israel será depurado de ellos, de
modo que al final de la tribulación quedarán aquellos que crean en Jesús como
su Mesías. Éstos son los llamados “entendidos”.
¿Cuándo recibirán la comprensión? Cuando se cumpla
Daniel 12:4.
Autor: Dr. Thomas Ice
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