9/29/2023

¿QUÉ DÍA DEBEMOS CONGREGARNOS PARA ADORAR A DIOS, EL SÁBADO O EL DOMINGO?

 

¿QUÉ DÍA DEBEMOS CONGREGARNOS PARA ADORAR A DIOS,

EL SÁBADO O EL DOMINGO?


 RESPUESTA: EL DOMINGO.

¿POR QUÉ? BUENO VAMOS A VER EL ¿POR QUÉ?  BASANDONOS EN LAS ESCRITURAS 

 

ORIGEN DEL DIA SABADO

La palabra origen Sabat (sábado) quiere decir descanso, reposo o cesación, esto nos indica, que la palabra sábado simplemente sugiere un tiempo de descanso y no tiene ningún significado como que lo acredite como el séptimo día de la semana, la palabra sábado, se emplea en la Biblia con diversos significados, unas veces significa un reposo limitado de un día (Ex. 20,10), en otras ocasiones comprendiendo un tiempo más extenso de un año (Lev. 25,4) y en ciertas ocasiones  indica un lapso de tiempo de 70 años (2 Crón. 36, 21).

Nos preguntamos ahora, ¿Cuál es el origen del día sábado como séptimo día consagrado a Dios? la Biblia establece lo siguiente EN EL LIBRO DE GENESIS capítulo 2, versículos  2 y 3) : Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.  Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación, en el libro de Éxodo capítulo 20, versículo 11 encontramos lo siguiente: Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo[c] y lo santificó.

En Deuteronomio capítulo 5, versículos 13 al 14 leemos:  Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;  mas el séptimo día es reposo a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú..

Nótese como la palabra sábado referida al descanso tiene ahora otro significado religioso para el pueblo de  Israel, el sábado les recordaba la creación de Dios en seis días con su descanso en el Séptimo día; este último día es consagrado a Dios. Y el hombre también con su trabajo imita la actividad de Dios Creador y con su descanso o sabat del séptimo día el hombre imita el reposo sagrado de Dios. (Ex. 31, 13).

Así el día sábado se convirtió para los israelitas en una señal, en una de sus prácticas más típicas e importantes. Esta señal del día sábado y la circuncisión eran características mediante las cuales el pueblo de Israel se distinguía de los otros pueblos que lo rodeaban. Y durante toda la historia del A.T. el pueblo de Israel guardó fidelidad a estas dos señales.

Con el tiempo LA PRÁCTICA DEL REPOSO DEL SÁBADO FUE ASUMIDA POR LA LEY JUDÍA en forma muy estricta, con 39 prohibiciones de trabajo: prohibición de recoger leña (Núm. 15, 32); prohibición de preparar alimentos (Ex. 16, 23); prohibición de encender fuego (Ex. 35, 3); etc. Poco a poco la práctica del reposo del sábado se convirtió en una observancia escrupulosa e hipócrita. Los profetas en el A.T. lanzan una dura crítica contra la práctica legalista del sábado que ha convertido a los israelitas en un pueblo sin devoción interior.

¿CELEBRABA JESÚS EL DÍA SÁBADO?

 

Jesús no suprime explícitamente la ley del sábado. El, en día sábado, visitaba la sinagoga y aprovechaba la ocasión para anunciar el Evangelio (Lc. 4, 16). Pero Jesús, al igual que los profetas, atacaba el rigorismo formalista de los fariseos y de los maestros de la Ley: “El sábado está hecho para el hombre y no el hombre para el sábado.” (Mc. 2, 27). Para Jesús el deber de la caridad es anterior a la observancia material del reposo; por eso El hizo varias sanaciones en día sábado, obras prohibidas en este día. (Mc. 3, 1-6; Lc. 14, 1-6; Lc. 6, 1-5). Además Jesús se atribuyó poder sobre el sábado: “el Hijo del hombre es Señor del sábado.” (Mc. 2, 28). En otras palabras, Jesús es dueño del sábado. (Lc. 6, 1-5), por supuesto que esta nueva manera de observar el sábado chocó violentamente con la mentalidad legalista de los fariseos. Y éste era uno de los cargos graves contra Jesús (Jn. 5, 9). Pero El estaba consciente de que, haciendo el bien en día sábado, imitaba a su Padre, el cual habiendo reposado el sexto día, al final de la creación, continúa rigiendo el mundo y vivificando a los hombres. «Mi Padre ha trabajado hasta ahora, y yo también trabajo» (Jn. 5-17). LA ACTITUD DE JESÚS FRENTE AL DÍA SÁBADO NOS ENSEÑA QUE ÉL ACTUÓ CON LIBERTAD DE ESPÍRITU frente a esa ley, y nunca consideró la observancia del sábado como algo esencial en su prédica, esto era para Jesús algo menos importante, Jesús dijo claramente “que no vino a suprimir la ley sino a darle su verdadero significado” (Mt. 5, 17). EN SU ACTITUD NO SE TRATA DE CUMPLIR LA LEY AL PIE DE LA LETRA, SINO QUE PROMUEVE UNA EVOLUCIÓN DE LA LEY HACIA SU PERFECCIÓN.

 

LA RESURRECCIÓN DE JESÚS Y EL DIA DOMINGO

El argumento fundamental para optar por el día Domingo procede de la Resurrección del Señor. LOS CUATRO EVANGELISTAS CONCUERDAN EN QUE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO TUVO LUGAR EN “EL PRIMER DÍA DE LA SEMANA”, QUE CORRESPONDE AL DÍA DOMINGO DE AHORA. (Mt. 28, 1; Mc. 16, 2; Lc. 24, 1; Jn. 20, 1 y 19). El hecho de la Resurrección de Cristo en el día Domingo para los discípulos era altamente significativo y será desde entonces el centro de la fe cristiana.

 

DOS RAZONES FUNDAMENTALES PARA CELEBRAR ESTE DÍA DE LA RESURRECCIÓN

 

Con su Muerte y Resurrección, Jesús comenzó la Nueva Alianza y terminó la Antigua Alianza. Durante la última Cena, Jesús proclamó: “Esta copa es la Alianza Nueva, sellada con mi sangre, que va a ser derramada por ustedes.” (Lc. 22, 20). Los discípulos de Jesús poco a poco se dieron cuenta de que en esta Nueva Alianza la ley de Moisés y sus prácticas tendrían otro sentido.

La Muerte y Resurrección de Cristo significaban también para los primeros cristianos la Nueva Creación, ya que Jesús culminaba su obra precisamente con su Muerte y Resurrección justo en el día Domingo, que será desde entonces “el día del Señor”.

Nosotros también hemos recibido la promesa de entrar con Cristo en este reposo (Hbr. 4, 1-16). Entonces, el día Domingo, «el día del Señor», será el verdadero día de descanso, en que los hombres reposarán de sus fatigas a imagen de Dios que reposa de sus trabajos (Hbr. 4, 10 y Apoc. 14, 13).

De ahí en adelante la fe de los cristianos TIENE COMO CENTRO A CRISTO RESUCITADO Y GLORIFICADO. Y para ellos era muy lógico celebrar el “Día del Señor” (Domingo) como el “Nuevo día” de la Creación. (Is. 2, 12).

LA PRÁCTICA DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS

Los primeros cristianos siguieron en un principio observando el sábado y aprovechaban las reuniones sabáticas para anunciar el Evangelio en el ambiente judío. (Hch. 13, 14). Pero luego el primer día de la semana (el Domingo) empezó a ser el día del culto de la primitiva Iglesia. “El primer día de la semana, estando nosotros reunidos para partir el pan...” (Hch. 20, 7). Sabemos que “partir el pan”es la expresión antigua para designar la SAGRADA O SANTA CENA. Es entonces muy claro que los primeros cristianos tenían sus REUNIONES CRISTIANAS en el día Domingo, tal como se hace hoy. Escribe Juan, el autor del libro Apocalipsis: “Sucedió que, un día del Señor, quedé bajo el poder del Espíritu Santo” (Ap. 1, 10).

LO QUE NOS ENSEÑA EL APÓSTOL PABLO

 

Jesús había dicho: “Yo no vine a terminar con la ley , sino a completar la ley, dándole su última perfección” (Mt. 5, 17). San Pablo en sus cartas desarrolla esta misma idea: “El fin de la ley es Cristo» (Rom. 10, 4). ASÍ PARA EL APÓSTOL LA PLENITUD DE LA LEY NO SE ENCUENTRA EN EL CUMPLIMIENTO LITERAL DE LA LEY, SINO EN LA FE EN CRISTO. Pablo dice que “la ley ha sido nuestro maestro hasta Cristo” (Gal. 3, 24) y con Cristo se inicia la Nueva Alianza (1 Cor. 11, 25).

El apóstol Pablo tuvo sus discusiones acerca del día del Señor. Al comienzo tenía la costumbre de predicar en las sinagogas el día sábado para los judíos, pero cuando le rechazaban sus enseñanzas, él se volvía a los gentiles. En este ambiente no judío, Pablo no daba importancia a las costumbres judías, como la circuncisión, el día sábado, etc. Pablo se reunía con los nuevos creyentes el primer día de la semana, y trasladaban las prácticas que los judíos solían hacer en día sábado, como la colecta de ofrenda al primer día de la semana. (1 Cor. 16, 1-2)

Esta actitud en favor de los gentiles convertidos provocó una fuerte discusión en la Iglesia. Luego, este asunto fue tratado en una reunión en Jerusalén, con los apóstoles y ancianos de esta Iglesia. Ahí tomaron la decisión de no imponer a los gentiles convertidos ninguna carga o práctica judía, salvo lo absolutamente necesario (Hch. 5, 28-29). Con esta decisión quedó abierta la puerta a los gentiles, sin obligarlos a la ley judía. Ahora bien, Pablo escribe a los Colosenses: “Que nadie los moleste a ustedes por lo que comen o beben, o con respecto a días de fiesta, lunas nuevas O DÍAS DE DESCANSO.” (Col. 2, 16) ADEMÁS CRITICÓ EL AFÁN DE DAR DEMASIADA IMPORTANCIA A CIERTOS DÍAS (SÁBADO), MESES, FECHAS Y AÑOS (Gál. 4, 10). Él siempre recomendó evitar estas polémicas secundarias y dar importancia a la caridad.

CONSIDERACIÓN

 

NO CABE LA MENOR DUDA DE QUE LOS PRIMEROS CRISTIANOS SANTIFICARON, DESCANSARON Y CELEBRARON EL DOMINGO COMO “EL DÍA DEL SEÑOR.” Esta práctica tiene pleno fundamento en la Biblia. Respetamos el hecho de que los judíos celebren el sábado en la forma indicada en el Antiguo Testamento pero ELLOS NO SON UNA RELIGIÓN CRISTIANA. En cuanto a algunos grupos, como los adventistas, que se dicen ser cristianos, y que defienden la celebración del sábado -no del Domingo- tenemos que decir que: ESTOS, NO INTERPRETAN BIEN TODA LA BIBLIA, YA QUE SE QUEDAN CON UNA PRÁCTICA JUDÍA DEL A. T. Y NO SIGUIERON EL CUMPLIMIENTO DEL N. T. Esto sucede porque interpretan la Biblia en forma literal y parcial, y olvidan que Jesús completó y perfeccionó el A. T.

 

Es bueno repetir las palabras del apóstol Pablo “QUE NADIE LES CRITIQUE POR CUESTIONES DE COMIDAS O BEBIDAS O CON RESPECTO A DÍAS DE FIESTAS, LUNAS NUEVAS O DÍAS DE DESCANSO... TODO ESTO ES SOMBRA DE LO VENIDERO” (COL. 2, 16-17).

que muchos adventistas obsesionados son enviados a pasar casa por casa para hacer el llamado a las personas a cambiarse de religión POR LA CUESTIÓN DEL DÍA SÁBADO. ¡COMO SI ESTO FUERA LO MÁS IMPORTANTE DE LA BIBLIA!. ESTOS FANÁTICOS al pasar por las casas de quienes visitan,  le piden la Biblia y les leen los textos aislados del A. T, donde el Señor llama al pueblo judío a santificar el sábado, y dicen a la gente: “Fíjense, en su misma Biblia Dios manda observar el sábado... ¿No ven que los demas están equivocados?”.

ESTA ACTITUD FANÁTICA los lleva a abusar de la Biblia y de la buena fe de aquellos que visitan. Es usar de una verdad a medias para sembrar dudas y perturbar a la gente sencilla. Por eso es conveniente que estudiemos profundamente la biblia par  cuando pasen estos fanáticos,  sepamos qué responderles, con caridad sí, pero también con energía y con claridad.

Para terminar, QUIENES SOMOS HIJOS DE DIOS, NO NOS HEMOS QUEDADO ESTABLES EN EL ANTIGUO TESTAMENTO ni somos esclavos de frases sacadas de su verdadero contexto. aceptamos este evolución querida por Dios entre Antiguo y Nuevo Testamento y aceptamos a Jesús como Amo y Señor de la Historia y tenemos muy claro que la realidad presente deja muy atrás los signos con que fue prefigurada. Es por eso que santificamos el día Domingo

DEBE EL CRISTIANO GUARDAR EL DÍA DE REPOSO

Frecuentemente se dice que “Dios instituyó el día de reposo en el Edén” debido a la conexión entre el día de reposo y la creación en Éxodo 20:11. Aunque el reposo de Dios en el séptimo día (Génesis 2:3) prefiguró una futura ley del reposo, no hay ningún registro bíblico del reposo antes de que los hijos de Israel salieran de la tierra de Egipto. En ninguna parte de la Escritura existe una pequeña referencia de que la observancia del día de reposo fue practicada desde Adán hasta Moisés. La Palabra de Dios es muy clara en que la observancia del día de reposo fue una señal especial entre Dios e Israel: “Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó” (Éxodo 31:16-17).

En Deuteronomio 5, Moisés reafirma los diez mandamientos a la siguiente generación de israelitas. Aquí, después del mandamiento de la observancia del día de reposo en los versos 12-14, Moisés da la razón del por qué el día de reposo fue dado a la nación de Israel: “Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo” (Deuteronomio 5:15). No fue la intención de Dios el dar a Israel el día de reposo para que recordaran la creación, sino para que recordaran su esclavitud en Egipto y la liberación del Señor. Nótense también los requerimientos para la observancia del día de reposo: La persona que se encontraba bajo la ley del día de reposo, no podía salir de su casa en ese día (Éxodo 16:29), no podía encender un fuego (Éxodo 35:3), ni tampoco provocar que alguien más trabajara (Deuteronomio 5:14). La persona que quebrantara la ley del día de reposo era condenada a muerte (Éxodo 31:15; Números 15:32-35).

Una revisión de los pasajes del Nuevo Testamento, nos muestra cuatro puntos importantes; (1). Cuando Cristo se apareció en Su forma resucitada, (y el día es mencionado), siempre se dice que es el primer día de la semana (Mateo 28:1, 9, 10; Marcos 16:9; Lucas 24; 1, 13, 15; Juan 20:19,26) (2). La única vez que el día de reposo se menciona desde el libro de Hechos hasta Apocalipsis, es por propósitos evangelísticos hacia los judíos y usualmente el lugar es una sinagoga (Hechos capítulos 13 –18). Pablo escribió, “Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley” (1 Corintios 9:20). Pablo no iba a la sinagoga a tener compañerismo y edificar a los santos, sino para convencer y salvar a los perdidos. (3). A partir de que Pablo declaró “...desde ahora me iré a los gentiles” (Hechos 18:6), jamás volvió a mencionarse el día de reposo. Y (4). En vez de sugerir adherirse a la observancia del día de reposo, el recordatorio del Nuevo Testamento implica lo opuesto (incluyendo la excepción del anterior punto 3, encontrado en Colosenses 2:16).

Examinando más de cerca el anterior punto 4, vemos que no hay obligación para el creyente del Nuevo Testamento de guardar el día de reposo, y también nos muestra que la idea de que el domingo sea “El día de reposo cristiano”, tampoco es bíblica. Como expusimos anteriormente, hay una ocasión en que se menciona el día de reposo después de que Pablo comenzó a enfocarse en los gentiles, “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo” (Colosenses 2:16-17). El día de reposo judío fue abolido en la cruz donde Cristo murió... “anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Colosenses 2:14).

 

Esta idea se repite más de una vez en el Nuevo Testamento; “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace” (Romanos 14:5-6ª). “...mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios ¿Cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años” (Gálatas 4:9-10).

 

Pero algunos argumentan que un mandato hecho por Constantino en el año 321 de nuestra era “cambió” el día de reposo, de sábado a domingo. ¿En qué día se reunía la iglesia primitiva para adorar? La Escritura nunca menciona una reunión de creyentes el día de reposo (sábado) para adorar y tener compañerismo. Sin embargo, hay pasajes muy claros que mencionan el primer día de la semana. Por ejemplo, Hechos 20:7 dice que “El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan,...”. En 1 Corintios 16:2 Pablo exhorta a los creyentes de Corinto “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado...”. Puesto que Pablo designa esta ofrenda como “servicio” en 2 Corintios 9:12, esta colecta debe haber estado relacionada con la adoración del servicio dominical en la asamblea cristiana. Históricamente el domingo, no el sábado, era normalmente el día de reunión para los cristianos en la iglesia, y su práctica data del primer siglo.

 

El día de reposo se le dio a Israel y no a la iglesia. El día de reposo sigue siendo sábado, no domingo y jamás ha sido cambiado. Sin embargo, el día de reposo es parte de la Ley del Antiguo Testamento y los cristianos son libres de la esclavitud de la Ley (Gálatas 4:1-26; Romanos 6:14). La observancia del día de reposo no se requiere por parte de los cristianos – (sea sábado o domingo). El primer día de la semana, domingo, el día del Señor (Apocalipsis 1:10), celebra la Nueva Creación, con Cristo como nuestro Líder resucitado. No estamos obligados a seguir el descanso del día de reposo Mosaico, sino que somos libres para seguir el servicio al Cristo resucitado. El apóstol Pablo dijo que cada cristiano individualmente debe decidir si observa el descanso del día de reposo o no. “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente” (Romanos 14:5). Debemos adorar a Dios cada día, no sólo el sábado o domingo.

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