EL FIN DE LOS
TIEMPOS
DEDICADO AL ÚNICO DIOS EXISTENTE Y VIVIENTE JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS, A NUESTRO AMADO SEÑOR JESUCRISTO, A EL BENDITO ESPÍRITU SANTO Y A LA BENDITA PALABRA DE DIOS.
EL FIN DE LOS
TIEMPOS
EL HOMBRE
ESTÁ FORMADO POR UN CUERPO DONDE EXISTEN EL ESPÍRITU Y EL ALMA.
El libro primero de Tesalonicense en su capítulo 5
versículo 23, así lo establece, que el ser humano está compuesto por tres
identidades.
“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo;
y todo vuestro ser; espíritu, alma y cuerpo sea guardado irreprensible para la
venida de nuestro Señor JESUCRISTO.”
La parte más importante es el espíritu, por eso es
mencionada primero.
El hombre NO puede hacer una clara distinción entre
el espíritu y el alma, sin embargo, la Palabra de Dios SI puede.
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más
cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma
y del espíritu . . .” Hebreos 4:12
LA
CREACION DEL HOMBRE
“Entonces JEHOVA Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” Génesis 2:7
“. . . formó al hombre del polvo de la tierra . .
.” se refiere al CUERPO del hombre.
“ . . . sopló en su nariz aliento de vida . . .” se
refiere al ESPIRITU del hombre que viene de Dios.
El alma es la combinación del cuerpo y el espíritu
del hombre.
El original de la palabra “vida” en “aliento de
vida” no está en singular, está en plural, el versículo nos dice que Dios sopló
“aliento de VIDAS”. El soplar realizado por Dios produjo una vida doble: la
vida del alma o vida anímica y la vida espiritual.
Adán tenía una naturaleza, la naturaleza divina,
pero tenía dos vidas: la vida del espíritu o vida espiritual y la vida del alma
o vida anímica.
Los ángeles fueron creados como espíritus, el
hombre fue creado, de manera predominante, como alma viviente. Por eso en la
Biblia podemos ver que Dios a menudo se refiere a los hombres como “almas”.
Podemos afirmar que lo que es el hombre depende de cómo es su alma. Su alma le
representa.
Si el alma del hombre quiere obedecer a Dios, permitirá
que el espíritu gobierne al hombre según lo ordenado por Dios, pero el alma
también puede reprimir al espíritu y no hacer lo que el espíritu le dicta.
LA CAIDA DEL HOMBRE
Cuando Dios creó al hombre le dio una libertad
total. El hombre que Dios creó no era una máquina dirigida por Dios, tenía una
total libertad de elección.
Ni Dios, ni el diablo pueden hacer nada a través de
nosotros sin antes haber obtenido nuestro consentimiento. Dios no llevará nada
a cabo en nosotros sin nuestra colaboración activa.
En un principio, el espíritu del hombre era la
parte más noble de todo su ser y el alma y el cuerpo le estaban sujetos.
El espíritu de Adán era la parte dominante en su
vida. El gobierno y el señorío que ejercía Adán sobre la tierra lo ejercía por
medio de su espíritu. El alma y el cuerpo de Adán eran canales que el espíritu
usaba para llevar a cabo la voluntad de Dios.
Cuando Adán y Eva pecaron el espíritu perdió su
autoridad y su dominio sobre el alma y el cuerpo.
Satanás tentó a Eva con una pregunta. Sabía que su
pregunta estimularía el pensamiento de la mujer. Satanás quería incitar la
actividad mental de Eva. Satanás llegó primero al pensamiento y luego avanzó
hasta apoderarse de su voluntad. Resultado: Eva cayó en pecado.
Primeramente, Satanás usó una necesidad física para
llamar la atención de Eva, le hizo mención a Eva del acto de comer. A
continuación, intentó seducir su alma, dándole a entender que haciendo lo que
él le decía se le abrirían los ojos para conocer el bien y el mal. Por tanto,
podemos ver cómo la tentación de Satanás alcanzó primeramente al cuerpo, luego
al alma y finalmente al espíritu.
EL CUERPO DE EVA ES ESTIMULADO: “Y vio la
mujer que el árbol era BUENO PARA COMER y que era AGRADABLE A LOS OJOS. . . ”
Génesis 3:6
Si seguimos leyendo veremos que su alma también fue
estimulada: “ . . . y árbol CODICIABLE
PARA ALCANZAR LA SABIDURIA . . .” El intelecto fue la causa principal de la
caída, por eso para ser salvo hay que creer en la Palabra de Dios. El árbol del
conocimiento hizo que el hombre cayera, por eso, Dios usa “la cruz” para salvar
a los hombres (I Co. 1:18-25; 3:18-19).
La mente, la voluntad y las emociones pertenecen al
alma. El apóstol Pablo nos dice que “Adán no fue engañado” (I Ti. 2:14a)
indicando que la mente de Adán no estaba en confusión. La que flaqueó en su
mente fue Eva “la mujer siendo engañada” (I Ti. 2:14b). La mujer dijo: “La
serpiente me engañó, y comí.” (Gn. 3:13b), pero el hombre dijo: “La mujer me
dio del árbol, y yo comí.” (Gn. 3:12). Es evidente que Adán no fue engañado,
Adán pecó deliberadamente.
Satanás se apoderó de la voluntad de Adán a través
de sus emociones, mientras que se apoderó de la voluntad de Eva a través de su
mente (intelecto).
Satanás usa las cosas de la carne para atraer el
alma del hombre hacia el pecado. En cuanto el alma peca, el espíritu queda
sumido en una oscuridad absoluta. La estrategia del enemigo es de fuera hacia
dentro. Si no empieza por el cuerpo, entonces empieza obrando en la mente o en
las emociones con el propósito de apoderarse de la voluntad del hombre.
Toda obra satánica se realiza de fuera hacia dentro
y toda obra de Dios se realiza de dentro hacia fuera. Una vez que Satanás se
apodera de la voluntad del hombre, controla a ese hombre. Debemos tener en
cuenta que el alma es donde el hombre expresa su libre voluntad y ejerce su
autoridad. Por eso, la Biblia declara que es el alma la que peca. Por ejemplo,
en Miqueas 6:7 leemos “el pecado de mi alma” y en Ezequiel 18:4 y 20 podemos
leer “el alma que pecare”.
En Levítico y Números se menciona frecuentemente
que el alma peca, ¿Por qué? Porque es el alma la que decide pecar. Pecar es
cosa de la voluntad del alma, por eso encontramos que se puede hacer expiación
por el alma (Ex. 30:15 / Lv. 17:11 / Nm. 31:50). Como es el alma la que peca,
es el alma la que debe recibir expiación.
LAS DOS
VIDAS DEL HOMBRE. El alma del hombre escogió el árbol del conocimiento del
bien y del mal, en lugar del árbol de la vida. La fruta del árbol del
conocimiento elevó al alma y suprimió al espíritu.
El hombre podía elegir de qué árbol iba a comer,
podía comer del árbol de la vida y vivir o podía comer del árbol de la ciencia
y morir.
“De todo árbol del huerto podrás comer, pero del
árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él
comas, ciertamente morirás.” Génesis 2:16 y 17
En el original dice: “ . . . porque el día que de
él comas muriendo morirás.”. La versión llamada Literal Translation of the Holy
Bible y la versión Young’s Literal Translation lo han traducido de la siguiente
manera: “el día que de él comas, muriendo morirás” Adán y Eva escogieron la
ciencia, escogieron el conocimiento, escogieron la sabiduría, escogieron la
vida del alma, pero al escoger la vida del alma, perdieron la vida espiritual.
Hoy en día el hombre prefiere comer del árbol de la ciencia desechando el árbol
de la vida, el hombre al escoger el conocimiento (ofrecido por sectas,
religiones, filosofías, etc) está perdiendo la vida espiritual que le ofrece
Dios por medio de su Hijo.
Adán y Eva ganaron la vida del alma (gr. Psyche),
pero perdieron la vida espiritual (gr. Zoe). Cuando Yeshua murió, él dio su
vida del alma – psyche – para que nosotros pudiésemos tener vida espiritual –
zoe -. Teniendo en cuenta las palabras griegas podemos afirmar que Yeshua dio
su Psyche para que nosotros podamos tener Zoe.
“Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida (PSYCHE) en rescate por muchos.”
Marcos 10:45
“Yo he venido para que tengan vida (ZOE), y para
que la tengan en abundancia.”
Juan 10:10
EL ESPIRITU,
EL ALMA Y EL CUERPO DESPUES DE LA CAIDA
Adán era consciente de Dios, pero después de la
caída su espíritu murió.
Según una definición científica, la muerte es “el
cese de la comunicación con el medio ambiente.” La muerte del espíritu es el
cese de la comunicación con Dios.
Cuando decimos que el espíritu está muerto,
queremos decir que el espíritu está separado de Dios, ha perdido su
sensibilidad hacia Dios. En la parábola del hijo prodigo cuando el hermano
menor vuelve a casa, el padre le dice a su otro hijo: “Tu hermano estaba muerto
. . .” (Lc. 15:32). El hijo estaba muerto porque estaba separado del padre.
El pecado ha destruido el profundo conocimiento
intuitivo que el espíritu tenía de Dios en un principio.
La muerte, que empezó en el espíritu de Adán, se
extendió gradualmente hasta alcanzar a su cuerpo.
El espíritu de Adán cayó bajo la opresión del alma,
hasta que, poco a poco, se fusionó con el alma y las dos partes quedaron
fuertemente unidas.
El escritor del libro de Hebreos afirma en el
versículo 12 del capítulo 4 que la Palabra de Dios separa el alma y el
espíritu. La separación es necesaria porque el espíritu y el alma se han vuelto
uno. El espíritu ha perdido su poder y sensibilidad, la conciencia del hombre
está paralizada, está como dormida. A esto se refiere el libro de Judas en el
versículo 19:
“Estos son los que causan divisiones; los sensuales
(mundanos, naturales, animales) que no tienen espíritu.”
Los hombres caídos están bajo el dominio total de
la carne, actuando en respuesta a los deseos de su alma y pasiones físicas.
El espíritu, nuestra parte más noble, ahora está
bajo el dominio del alma. El espíritu ha sido desposeído de su posición
original. La condición actual del hombre es anormal. Por eso, se le describe como
si no tuviera espíritu.
El plan de Dios para el espíritu era que gobernase
nuestra alma, pero cuando el hombre cayó en pecado, su espíritu quedó
esclavizado por el alma.
EL ESPIRITU
DEL HOMBRE Pr. 20:27; 25:28 / Zac. 12:1 / Ro. 8:16 / I Co. 2:11; 14:14 y
32. Estos versículos demuestran claramente que los seres humanos poseen un
espíritu. El espíritu es denominado “hombre interior” en Romanos 7:22. El
espíritu es la parte mediante la cual nos comunicamos con Dios y sólo por ella
podemos percibir y adorar a Dios.
Mediante el espíritu somos conscientes de la
presencia de Dios y del mundo espiritual. Dios vive en el espíritu, el “YO”
vive en el alma, mientras que los sentidos viven en el cuerpo.
El espíritu no puede actuar directamente sobre el
cuerpo. Necesita un medio, y ese medio es el alma, creada por el contacto del
espíritu con el cuerpo. El espíritu transmite su pensamiento al alma y el alma
utiliza al cuerpo para obedecer la orden del espíritu. Este es el significado
del alma como medio. Antes de la caída del hombre, el espíritu controlaba todo
el ser, por medio del alma.
El espíritu puede someter al cuerpo a través del
alma para que obedezca a Dios. De la misma manera el cuerpo, mediante el alma,
puede atraer al espíritu a amar al mundo.
El espíritu es la parte más noble porque está unida
a Dios. El cuerpo es la parte más humilde porque está en contacto con la
materia y el alma, al estar entre ellas, las une y también toma el carácter de
ambas. Dios desea que el espíritu, al ser la parte más noble del hombre,
controle todo el ser. Sin embargo, la voluntad pertenece al alma y es la
voluntad la que determina si debe gobernar el espíritu, el cuerpo o incluso
ella misma.
El espíritu tiene tres funciones principales: 1) La
conciencia, 2) La intuición, ) La comunión
Andar en el espíritu es andar según la conciencia,
la intuición y la comunión.
1) La
conciencia. Sal. 16:7 / Ro. 9:1 / Hch. 23:1; 24:16 / II Co. 1:12 / I Ti.
1:19 / II Ti. 1:3
La conciencia es la voz del espíritu. Nuestro
espíritu NO es la conciencia, la conciencia es el órgano que discierne;
distingue lo bueno y lo malo. Sin embargo, no lo hace por medio de la
influencia del conocimiento almacenado en la mente, sino con un espontáneo
juicio directo.
El trabajo de la conciencia es independiente y directo,
pues no se somete a las opiniones del exterior.
La conciencia nos corrige y nos reprende de modo
que estemos inquietos cuando no hacemos la voluntad de Dios. Nuestra conciencia
es avivada cuando nacemos de nuevo. La sangre preciosa de Yeshua purifica
nuestra conciencia (He. 9:14). Seguir la voz de la conciencia es una señal de
verdadera espiritualidad. Si la conciencia nos condena, hemos de arrepentirnos
inmediatamente.
Si nuestra conciencia no nos reprende, podemos
tener confianza en Dios y cualquier cosa que pidiéremos la recibiremos de él (I
Jn. 3:21-22a).
2) La
intuición. Mc. 2:8 / Hch. 20:22. La intuición es el órgano sensitivo del
espíritu humano.
Nuestra intuición está capacitada para distinguir
lo bueno de lo malo sin ninguna ayuda externa.
El creyente conoce las cosas de Dios por la
intuición de su espíritu. La mente puede entender, pero no puede conocer. El
Espíritu Santo capacita a nuestro espíritu para que conozca y nuestro espíritu
instruye a la mente para que entienda.
Conocer las cosas por la intuición es lo que la
Biblia llama revelación. La revelación tiene lugar en la intuición. Sólo la
revelación en el espíritu proporciona un verdadero conocimiento de Dios. Sólo
lo que es recibido en el espíritu es conocimiento espiritual, el resto es mero
conocimiento mental.
3) La
comunión Jn. 4:23 / Ro. 1:9; 8:15-16 / I Co. 6:17; 14:16 / Fil. 3:3. Nos
comunicamos con el mundo material a través del cuerpo. Con el mundo espiritual
nos comunicamos a través del espíritu.
No podemos percibir a Dios con nuestros
pensamientos, ni con nuestros sentimientos; sólo podemos percibir a Dios con
nuestros espíritus. Los animales NO pueden tener comunión con Dios porque no
tienen espíritu, aunque si tienen alma. El hombre natural no está capacitado
para conocer a Dios (I Co. 2:14). Nuestra adoración a Dios y las comunicaciones
de Dios con nosotros se llevan a cabo directamente en el espíritu.
EL
ALMA DEL HOMBRE
En el alma se encuentra nuestra personalidad, por
medio del alma el hombre es consciente de sí mismo. El alma es el punto de
encuentro del espíritu y el cuerpo.
El alma está ligada al mundo espiritual a través
del espíritu y al mundo material a través del cuerpo.
En el original de la Biblia hay numerosos casos en
los que se usa la palabra “alma” en lugar de “hombre”. Esto se debe a que la
sede y la esencia de nuestra personalidad es el alma.
El alma esta formada por: 1) La mente, 2) La
voluntad, 3) Las emociones
1) La mente.
Pr. 2:10; 19:2 / Sal. 139:14 / Lm. 3:20. Nuestra mente expresa lo que pensamos.
En la mente se producen nuestros pensamientos y razonamientos.
2) La
voluntad. Job 6:7; 7:15 / Sal. 27:12;41:2 / Ex. 16:27. La voluntad expresa
lo que queremos.
La voluntad del hombre puede ser considerada como
su verdadero yo. Cuando declaramos: “Yo quiero” es, en realidad, nuestra
voluntad la que quiere. Cuando decimos: “Yo decido” es nuestra voluntad la que
decide.
3) Las
emociones.
II S. 5:8 / Cnt. 1:7 / Zac. 11:8 / Dt. 6:5 / I S.
20:4 / Sal. 42:1; 84:2; 86:4 / Is. 26:9; 55:2; 61:10 / II R. 4:27 / Mt. 26:38 /
Jn. 12:27 / II P. 2:8
EL
CUERPO DEL HOMBRE
El cuerpo es nuestro “hombre exterior” y es la casa
donde vivimos (II Co. 5 . En el cuerpo se encuentran nuestros sentidos físicos:
la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Con el cuerpo nos ponemos en
contacto con el mundo que nos rodea, el mundo físico.
La Biblia nos enseña que debemos presentar nuestros
cuerpos a Dios.
“Por tanto, no reine el pecado en vuestro cuerpo
mortal para que no obedezcáis sus lujurias; ni presentéis los miembros de
vuestro cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos
vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a
Dios como instrumentos de justicia.” Romanos 6:12 y 13. “Por consiguiente,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros
cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es vuestro culto
racional.” Romanos 12:1
“Señor, te presento mis manos, úsalas para bendecir
a otros, para abrazar al que necesite amor, para levantar a los caídos, para
impartir sanidad al enfermo . . . Señor te presento mi boca, úsala para
bendecir tu nombre, para bendecir a mis hermanos, a mi familia, para proclamar
tu Palabra . . . Señor te presento mis pies, que sean dirigidos a los sitios
correctos, que nunca se desvíen de tu camino . . . Señor te presento mis oídos,
que puedan estar siempre atentos a tu Palabra, que pueda escuchar las
necesidades de mis hermanos y el clamor de este mundo perdido . . . Señor, te
presento mis ojos, que nunca se aparten de tu palabra, que mis ojos estén
llenos de luz, que puedan contemplar tu gloria . . . Amen”
UNA
CASA DIVIDIDA
“Y si una casa está dividida contra sí misma, esa
casa no podrá permanecer.” Marcos 3:25. “. . . una casa dividida contra sí
misma, se derrumba.” Lucas 11:17. En II Corintios 5:1 el cuerpo es llamado
“casa”, por tanto el cuerpo es la morada donde habitan el espíritu y el alma.
Teniendo en cuenta esto, podemos afirmar que si mi espíritu y mi alma están
divididos NO podré permanecer y me derrumbaré. Nuestro espíritu y nuestra alma
deben estar de acuerdo si queremos caminar por un mismo camino. “¿Andan dos
hombres juntos si no se han puesto de acuerdo?” Amós 3:3. En Santiago 1:8
podemos leer que “el hombre de doble animo es inconstante en todos sus
caminos.”. El hombre de doble ánimo es el que tiene su casa dividida. Por un
lado su espíritu quiere someterse a Dios y actuar en fe, pero por otro, su alma
está llena de incredulidad y de temor.
LA
CONQUISTA DE NUESTRA ALMA
Cuando hablo de la conquista de nuestra alma, me
refiero principalmente a la conquista de nuestra mente. Cuando nos convertimos
nuestro espíritu nace de nuevo, pero nuestra alma no nace de nuevo, nuestra
alma debe ser conquistada, por eso todo cristiano se encuentra en medio de una
batalla, una batalla que se lleva a cabo en nuestra mente y que debemos ganar.
Antes de ser cristianos fuimos programados de una
forma incorrecta, crecimos con muchos conceptos falsos porque la información
que recibíamos era una información errónea, pero esa información era lo que
determinaba nuestra manera de pensar, de ser y de actuar.
Como cristianos debemos vigilar todo pensamiento
que podamos tener porque los pensamientos pueden afectar nuestras vidas de una
forma positiva o de una forma negativa.
Un pensamiento puede ser nuestro, puede ser del
Espíritu Santo, pero también puede ser del diablo. El diablo puede poner
pensamientos en nuestras mentes, por eso debemos tener cuidado con lo que
pensamos. El diablo sabe que si puede controlar nuestra mente, puede controlar
nuestra vida.
Vamos a ver cómo conquistar nuestra mente y hay un
versículo muy significativo en la Palabra de Dios que nos muestra lo que
debemos hacer con los pensamientos que van en contra de Dios y de su Palabra. “Pues
aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de
nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a
Cristo . . .” II Corintios 10:3-5
En el versículo cuatro podemos ver que: 1. Estamos involucrados en una batalla. “. . . de nuestra milicia . . .” 2. Tenemos armas espirituales. Estas armas debemos tomarlas y usarlas CADA DIA. 3. Estas armas son poderosas. 4. Estas armas tienen un propósito y una finalidad: PARA destruir fortalezas.
El versículo 5 nos muestra cómo debemos destruir
esas fortalezas: 1. Derribando argumentos . . . 2. Llevando cautivo todo
pensamiento . . . En estos versículos podemos comprobar que las fortalezas en
nuestras vidas están compuestas de pensamientos y de argumentos. Toda fortaleza
se inicia en nuestros pensamientos. FORTALEZA
= FORMAS DE PENSAR Y ACTUAR APRENDIDAS Y ASIMILADAS A LO LARGO DE TODA NUESTRA
VIDA
Podemos afirmar que las fortalezas se establecen de
la siguiente manera: Primero: Viene un pensamiento. Segundo: Ese pensamiento
produce una serie de argumentos. Tercero: El pensamiento y los argumentos
producen un sentimiento. Cuarto: El pensamiento con los argumentos y el
sentimiento afectan nuestra forma de ser y de comportarnos.
Si no llevamos a la cautividad nuestros
pensamientos, esos pensamientos, a la larga, producirán fortalezas en nuestras
vidas. Recuerda lo que dice PROVERBIOS 23:7 “Porque cual es su pensamiento en
su corazón, tal es él.” , este versículo nos muestra que somos lo que pensamos.
Por eso el diablo quiere poner pensamientos dentro de nosotros, él sabe el
poder y la influencia que hay detrás de un pequeño pensamiento.
Recuerda esto: Todo logro empieza con un
pensamiento, pero también todo pecado empieza con un pensamiento.
Vamos a ver algunos ejemplos bíblicos de todo lo
que estamos viendo:
“Entonces les imponían las manos, y recibían el
Espíritu Santo. Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los
apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme
también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos
reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo,
porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte
ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.
Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea
perdonado el pensamiento de tu corazón . . .” Hechos 8:17-22. Simón tuvo un
pensamiento y ese pensamiento afectó su manera de actuar. El pensamiento de
obtener el don de imposición de manos hizo que ofreciera dinero a Pedro y a
Juan para conseguirlo. Simón actuó de una forma incorrecta y además su corazón
fue contaminado. “Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el
corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase.” Juan 13:2. El
diablo puso en el corazón de Judas el pensamiento de entregar a Yeshua y como
todos sabemos, ese pensamiento afectó a su forma de ser y actuar. “Y dijo
Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al
Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te
quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu
corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.” Hechos 5:3-4. Una vez más
vemos como el diablo puso en el corazón de Ananías que mintiese acerca del
dinero de esa heredad. Posiblemente Ananías no se dio cuenta que ese
pensamiento en realidad venía del diablo, pero ese pensamiento determinó su
destino. Ananías tuvo que llevarlo cautivo, tuvo que rechazarlo, pero NO lo
hizo y acabo mal. Debemos cerrar la puerta a todo pensamiento en contra de Dios
y de su Palabra. Por eso es muy importante que juzguemos nuestros pensamientos
y que sepamos de donde vienen. En I Corintios 2:15 podemos leer: “En cambio el
espiritual juzga todas las cosas . . .” Debemos juzgar nuestros pensamientos .
. . ¿Cómo? . . . Haciéndonos algunas preguntas: ¿Este pensamiento trae
confusión a mi vida? ¿Confirma lo que Dios me ha hablado? ¿Contradice
la Palabra de Dios? ¿Me da paz? ¿Me hace
sentir temor? Muchas personas han caído por no juzgar y por no llevar cautivos
sus pensamientos. Muchas personas se han perdido por albergar en su corazón
pensamientos que provenían del mismo infierno. Debemos llevar a la cautividad
estos pensamientos, debemos meterlos en una prisión, debemos cerrarles la
puerta, no debemos permitir que estén en nuestra mente.
Si prestamos atención a estos pensamientos y los
llevamos a cabo producirán fortalezas en nuestras vidas que nos robarán las
bendiciones de Dios. Por eso debemos usar la Palabra de Dios que es la espada
del Espíritu para destruir esas fortalezas. Jeremías 23:29 dice: “¿No es mi
Palabra como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta la piedra?”
La Palabra de Dios quebranta la piedra de nuestras
fortalezas.
Nuestro pensamiento debe estar en Dios y en su
Palabra, por eso dice la Biblia en Isaías 26:3. “Tú guardarás en completa paz a
aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.”
Pensar en el Señor trae paz, trae gozo, trae
bendición, trae vida . . . De esta manera vamos a conquistar nuestra alma:
destruyendo fortalezas y pensando y meditando en todo lo que Dios ha hecho y en
todo lo que Dios es. El apóstol Pablo dijo: Por lo demás, hermanos, todo lo que
es . . . verdadero . . . todo lo honesto . . . todo lo justo . . . todo lo puro
. . . todo lo amable . . . todo lo que es de buen nombre . . . si hay virtud
alguna . . . si algo digno de alabanza, EN ESTO PENSAD.” Filipenses 4:8. Es muy
importante entender la realidad del poder de nuestros pensamientos, el apóstol
Pablo nos dijo que la renovación de nuestro entendimiento produciría en
nosotros una transformación. “No os conforméis a este siglo, sino transformaos
por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál
sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2. La
renovación de nuestro entendimiento produce una transformación en nuestras
vidas. Dicen que el 90% de las enfermedades son sicosomáticas, es decir son
producidas por nuestra mente (pensamientos). Nuestros pensamientos también
afectan nuestro sistema inmunológico. Una persona negativa (con pensamientos
negativos) es más vulnerable a la hora de enfermarse. Cuando el apóstol Pablo
nos dice: “Transformaos”, la palabra en griego es μεταμορφόω (metamorfóo) y de
este término griego surge la palabra “Metamorfosis”. Esta misma palabra es
usada en otro versículo, veamos: “Seis días después, Yeshua tomó a Pedro, a
Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró
delante de ellos.” Marcos 9:2
En esta Metamorfosis la apariencia de Jesus cambió,
ahora bien, si usamos esta traducción con el versículo que encontramos en el
libro de Romanos tendríamos:
“Transfiguraos por medio de la renovación de vuestra mente (gr. nous)” Romanos 12:2 ¿Cómo podemos experimentar esta Metamorfosis? Por medio de la Palabra de Dios: “Nunca se apartará de tu boca este libro la palabra de Dios, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Josué 1:8. “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la palabra del Señor está su delicia, Y en su palabra medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” Salmo 1:1-3. “Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.” Proverbios 4:20-23. Por medio de la oración: “Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente.” Lucas 9:29
CRISTO
Y ALGUNAS PERSONAS IMPORTANTES DEL NUEVO TESTAMENTO
JESUCRISTO
Fue el líder religioso del cristianismo, como todos
sabemos es el hijo de DIOS, y
por lo tanto el SER más importante de la historia. Su origen como hijo de DIOS hace que sea el fundamento entre
todos aquellos que de limpio corazón, buscan a DIOS. CRISTO fue considerado en su estadía en la tierra como
DIOS-HOMBRE.
EL ÚLTIMO
PROFETA QUE EXISTIO. Es reconocido inequívocamente en el NUEVO TESTAMENTO, por llevar a cabo el
ministerio del bautismo, fue quien en un histórico bautizó a Jesús. Como un judío
errante en Israel, iba predicando la palabra de DIOS como uno que clama en el desierto.
SIMEÓN
Hombre lleno de años pudo contemplar a Jesús, dio
gracias a DIOS por tan grande experiencia, a tal punto que a partir de ese
momento ya consideraba que podía morir. El anciano Simeón afirmo en aquel
momento, que había sido avisado por el Espíritu Santo que el bebe que contemplaría
era el JESUS el hijo de Dios.
Catalogado como uno de los pioneros del evangelio, en
su afán de cumplir con su ministerio, se propuso como meta de vida viajar por todo el mundo antiguo, con la finalidad de lograr que el pueblo
aceptara la fe cristiana, basada en la palabra de JESUCRISTO. En varios
documentos, se habla de él como un
hombre muy dedicado al cristianismo, por su Empeño en fomentar la BENDITA Y
SAGRADA palabra de DIOS, a esta
persona llamada BERNABE, se le daba
el reconocimiento de apóstol o emisario enviado por la iglesia.
Era una anciana que vivía en el templo en tiempos
del alumbramiento de JESÚS, fue una
de las primeras personas que junto a un hombre
llamado SIMEON dio a conocer el nacimiento del MESÍAS y de toda la obra que
haría para divulgar el cristianismo y liberar a su pueblo de las falsas
doctrinas y creencias.
Este hombre de DIOS, fue el Padre del ultimo
profeta de la historia Juan Bautista y familia de MARIA la madre de JESUCRISTO,
perdió el don de hablar, una vez que fue Visitado por el Ángel de DIOS y le comunico
que tendría un hijo al cual llamaría JUAN, pero no lo creyó, debido a que su
mujer ELIZABETH era estéril, luego
de que su esposa pario a JUAN, fue liberado y pudo hablar.
Esposa de ZACARIAS
Y Madre de JUAN EL BAUTISTA también fue
prima de María la mama de JESÚS. Era
una mujer estéril y anciana, que fue visitada por un ÁNGEL DE DIOS el cual le concedió el milagro de tener un hijo, con
la recomendación de que al mismo debería llamar JUAN. .
SILAS
Fue el principal seguidor y alumno del Apóstol Pablo, realizo junto a este, innumerables
viajes con la finalidad de llevar el evangelio más allá de la tierra israelita.
LUCIO
DE CIRENE
Originario de Antioquia estableció los fundamentos
de la Iglesia cristiana en esa región, parte
de su existencia tuvo lugar en la época cuando Herodes fue gobernante.
LA PRÉDICA CRISTIANA HOY EN DÍA EN CASI TODAS
LAS CONGREGACIONES DE AMÉRICA, SE CENTRA MUCHO EN LO MATERIAL, cosas como el
diezmo, los eventos mercantiles, ceremonias, agasajos, la prosperidad financiera,
planificación de estudios bíblicos pagos sobre el matrimonio y el noviazgo, y
el crecimiento de la iglesia, además de la necesidad de recabar fondos para agrandar la sede del templo, entre
otras cosas, para los predicadores, pareciera estar muy, bien pero lo cierto es que NADA DE ESTO VA A FUNCIONAR PORQUE SE HA
PERDIDO EL NORTE Y YA NO SE PREDICA EL
VERDADERO MENSAJE DE CRISTO Y A ÉSTE CRUCIFICADO.
Digo de todo corazón “SI NO TENGO NADA, TENGO
A CRISTO, Y SI NO LOGRO NADA EN ESTE MUNDO, ME GOZO EN HABER SIDO CONQUISTADO POR CRISTO. SI MUERO ME VOY CON CRISTO, Y SI ACASO
TODAVÍA ME DA VIDA DIOS, ENTONCES DEBO VIVIR PARA CRISTO: PORQUE PARA MÍ EL
VIVIR ES CRISTO, Y EL MORIR ES GANANCIA".
(Filipenses 1:21)
La obra de Nuestro Señor Jesucristo se encuentra plasmada
en toda La Palabra de DIOS, de una forma Gloriosa y Maravillosa, su andar es notorio, tanto en el viejo como en
el antiguo testamento, y abarca desde génesis hasta El Apocalipsis, Cristo se
revela en cada uno de los pasajes de las Sagradas Escrituras.
En cada prédica de este mundo y en cada oratoria
sobre el Evangelio se debería señalar a Cristo, explicando que el problema
mayúsculo del hombre y de la mujer es el pecado y su separación total de la
gloria de Dios. Y esto sólo tiene una forma de resolverlo: La única manera de
llegar a un entendimiento con DIOS y definir el destino eterno de nuestras
almas es a través de Cristo y de su Obra Redentora en la cruz del Calvario.
PORQUE HAY UN SOLO DIOS, Y UN SOLO MEDIADOR ENTRE
DIOS Y LOS HOMBRES, JESUCRISTO HOMBRE. (1ra de Timoteo 2:5).
Cristo en las Escrituras. "Escudriñad las
Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí." (Juan 5:39).
La meta del mensaje de Cristo, es llevar a los
pecadores al arrepentimiento, hacerlos bajar al fondo de sus corazones para que
puedan pensar en cuán lejos están de cumplir la Ley Moral de Dios, Cristo envió
a sus Apóstoles a predicar el EVANGELIO, a pie, por todo el mundo, no a predicar ideologías baratas como se hace
hoy en día, ni a andar construyendo
edificios ostentosos, por eso nuestra misión como HIJOS DE DIOS si en verdad lo
somos, es salir del templo e ir a las calles, cárceles hospitales, orfanatos, geriátricos
entre otros a predicar la palabra de DIOS, cuántos de los nombrados o mal llamados
“intercesores” de alguna congregación
de cualquier ciudad de America, se han dignado en sanar las personas que
padecen alguna enfermedad mental, las cuales deambulan por las calles y nadie
se atreve a echar fuera el demonio que los atormenta, SABEN ¿POR QUÉ NO LO HACEN? POR SU POCA FE, E INCREDULIDAD, PORQUE LO
ÚNICO EN QUE PIENSAN ES EN LO MATERIAL.
El Evangelio de Cristo nos humilla, nos destroza el
alma y nos lleva a la cruz de Cristo arrepentidos por nuestros pecados. CUANDO
EL EVANGELIO ES BIEN PREDICADO NOS DEBE PRODUCIR UNA NECESIDAD IMPERIOSA POR UN
SALVADOR QUE REDIMA NUESTRAS ALMAS DEL INFIERNO ETERNO. (Lucas 14:15-24). Cuando
el mensaje está basado en Cristo lleva, a los pecadores a la convicción de
pecado y nos hace ver el abismo que sucumbe entre nuestras conductas y un Dios
absolutamente
Santo. "Pero yo os digo la verdad: Os conviene
que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más
si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado,
de justicia y de juicio. (Juan 16: 7 y 8).
Si se le quita a Jesucristo alguna de sus cualidades,
por ejemplo como ser el Único Intercesor entre DIOS y el hombre, dentro del
mensaje evangélico, simplemente lo que estaríamos haciendo aparte de blasfemar,
es dar un mensaje vacío y lleno de ideologías barata, como es la costumbre del predicador de estos tiempos.
Si quitamos el verdadero valor que Cristo debe
tener dentro de la fe cristiana, para entablar ideologías como hoy en día se
pone de manifiesto en casi todas las congregaciones, y de esta manera obligar a
los creyentes a diezmar y ofrendar, seríamos como dijo el Apóstol Pablo: "LOS MÁS DIGNOS DE LÁSTIMA DE TODOS LOS
HOMBRES", (1 de Corintios
15:19).
El verdadero mensaje evangélico es el que tiene a Cristo como el centro de su predicación y siempre va a apuntar al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, como el eje principal de todo lo que es y será dentro de las congregaciones. (Juan 1:29).
Cristo es nuestro Salvador Personal y debe ser el
centro de toda nuestra vida cristiana e incluso el centro de todos nuestros
mensajes sobre el Evangelio. Cristo es la piedra angular que vinieron a
desechar los edificadores. (Lucas 20:17).
CRISTO Y SÓLO CRISTO ES QUIEN MERECE TODA LA GLORIA POR LA REDENCIÓN DE NUESTRAS MISERABLES ALMAS!
.Yo mismo, hermanos, cuando fui a anunciarles el testimonio de Dios, no lo hice con gran elocuencia y sabiduría. Me propuse más bien, estando entre ustedes, no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo, y de éste crucificado. Es más, me presenté ante ustedes con tanta debilidad que temblaba de miedo. No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios. (NVI, 2 de Corintios 1-5).
DEBEMOS RECIBIR EN NUESTROS CORAZONES A
JESUCRISTO COMO ÚNICO SEÑOR Y SALVADOR PERSONAL, SÓLO DE ESTA FORMA PODEMOS CONOCER Y EXPERIMENTAR EL VERDADERO AMOR Y PODER DE DIOS .
EL PODER DE DIOS EN MÍ SE HACE PRESENTE CUANDO CREO
FIRMEMENTE EN SUS MARAVILLAS Y MILAGROS, CUANDO RECONOZCO QUE SIN ÉL NO PUEDO
CAMINAR, QUE SIN ÉL NO SOY NADA. EL PODER DE DIOS SE HACE PRESENTE EN SUS HIJOS
CUANDO LA FE SOBRE PASA TODO ENTENDIMIENTO Y CUANDO SE ENTREGA EL ALMA AL
SEÑOR. CUANDO LE ENTREGAMOS ABSOLUTAMENTE TODO A ÉL PARA QUE PUEDA OBRAR Y
MOLDEARNOS COMO EL BARRO PARA HACER BELLAS VASIJAS.
En este sentido, cuando proclamamos el poder de Dios, no tenemos que confiar en nuestras propias fuerzas ni en los estatutos de los hombres, ya que nosotros somos imperfectos y tenemos un poder limitado. Pero cuando vamos de la mano con Dios, el poder del Altísimo se activa en nosotros y podemos lograr muchas cosas.
Así que en la medida en que somos débiles, somos fuertes, ya que Dios nos da esa fortaleza que necesitamos día a día para cumplir el propósito que el Señor tiene en nuestra vida. Por esta razón debemos darle toda la gloria es a Dios, ya que no podemos lograr nada por nuestras propias fuerzas, pero con la ayuda del Padre Celestial somos más que vencedores. Esto nos los enseña la palabra:
“¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba?
¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría
del mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios
mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la
predicación. Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente
tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como
griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1ª Corintios 1:20-24).
Para activar el poder de Dios en mí debo
primeramente como cristiano disponer el corazón y conocerlo a profundidad
mediante la palabra, donde se evidencia la existencia de su creación. Así que
la primera manifestación del poder de Dios, la podemos observar en la creación
del mundo, donde el Señor formó todo lo existente hoy día. Tal como se puede
apreciar en su palabra:
“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder
y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo
entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”
(Romanos 1:20).
Así que a través de la biblia podemos apreciar el
testimonio del poder de Dios al crear el cielo y la tierra, las aguas, los
animales y finalmente al hombre, Adán y Eva, quienes se hicieron a imagen y
semejanza de Dios. Pero gracias a su pecado, fueron desterrados del paraíso.
En la biblia podemos apreciar la descripción del
poder de Dios en el momento de la creación:
“Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos,
y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca. Él junta como montón las
aguas del mar; Él pone en depósitos los abismos. Tema a Jehová toda la tierra;
teman delante de él todos los habitantes del mundo” (Salmo 33:6-8).
El Señor nos exhorta mediante su palabra a que
debemos temerle y tenerlo como nuestro único y verdadero Dios para que nuestras
naciones sean bendecidas y sea activado en Poder en todo el mundo, testificando
sus maravillas y milagros.
De esta manera como creyente debo manifestar el
poder de Dios en mí mediante mi testimonio, dando fe de las obras de nuestro
Padre Celestial y proclamando su grandeza en todo momento y todo lugar.
Uno de los conflictos más frecuentes dentro de los
cristianos es que no tienen mucho conocimiento acerca de Dios. Solo se basan en
repetir lo que han aprendido en las iglesias, sin indagar más allá de lo que
significa tener el poder de Dios en nuestra vida.
Debemos comprender que la realidad es mucho más
poderosa que un mero conocimiento sobre Cristo y su redención. Debes entender
que algo está operando en ti como verdadero hijo de Dios pero para activarlo
debes conocer el poder de la fuerza de Dios y creen fielmente en ella.
En este sentido, Pablo en la palabra hace
referencia a que dentro de nosotros existe una fuente de energía en el momento
en que creímos fielmente en Dios, y esta energía contiene el Poder de su
fuerza, el cual se nos colocó dentro en el momento en que Dios levantó a Cristo
de entre los muertos. Tal como se puede apreciar en el siguiente pasaje:
“y cuál la supereminente grandeza de su poder para
con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la
cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en
los lugares celestiales” (Efesios 1:19-20)
Sin embargo, si no conozco estas verdades, estaré
en la vida sin revelar el poder de Dios en mí. Incluso andaré tratando en vano
de usar otras fuentes de energía que me permitan manejar diferentes situaciones
adversas que se presenten en la vida. De esta manera nos sentiremos cansados de
usar nuestras propias fuerzas para tal fin, en lugar de emplear la fuerza
poderosa de nuestro Dios, la cual rompe con lo natural y lo posible.
Así que este poder de Dios nos capacita para poder
enfrentar nuestras pruebas y momentos difíciles para así obtener la victoria,
reconociendo que todas las cosas se dan con un propósito u que Dios tiene el
poder para solventar nuestros problemas y darnos fuerzas como a las águilas
para avanzar en nuestra vida y ser felices, sintiendo el gozo del Señor en todo
momento. Tal como lo anuncia su palabra:
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las
cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que
fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito
entre muchos hermanos” (Romanos 8:28-29)
¿Qué haríamos si creyéramos en el poder de Dios?
Como creyentes de Dios debemos poner en práctica
nuestra fe y no solo decirlo y repetir versículos como si esto pudiera activar
el poder de Dios en mi. Por esta razón hay que reflexionar en cuanto a lo que
hacemos en nuestra vida diaria como cristianos y lo que haríamos si de verdad
creyéramos en ese poder:
1.- ORARÍAMOS CONSTANTEMENTE
La oración es el medio por el cual mantenemos la
comunión con Dios, y es la comunicación que se establece entre Dios y los
hombres para activar el poder sobrenatural de su presencia. Así que si de
verdad creyéramos en el poder de Dios, acudiríamos de inmediato a él y no como
última opción. Tampoco nos olvidaríamos de tener plena confianza en él y
reconoceríamos todas sus bendiciones como un regalo hermoso.
Pero en algunos casos, la vanidad se apodera de
nosotros y nos dejamos llevar por lo carnal porque somos humanos y tenemos
muchas debilidades. Sin embargo, Dios tiene misericordia de sus hijos y nos
otorga su perdón.
Nuestras oraciones deben estar llenas de gratitud y
alabanza, sabiendo que Dios tiene un propósito en nuestra vida y que sus
promesas se cumplirán a su tiempo. En su palabra podemos ver el poder de Dios:
“y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres
tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones?
¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?” (2
Crónicas 20:6)
Si de verdad entendiéramos el poder de Dios, no le
daríamos tanta importancia al enemigo. Por el contrarío tendríamos la certeza
de que nuestro Dios ya lo venció en la Cruz del Calvario y que los hijos de
Dios tenemos el poder de obtener la victoria cuando estemos en la prueba, ya
que el poder del Todopoderoso es infinito, y el del enemigo es finito. Así que
ya Satanás está vencido y derrotado. Tal como lo expresa su palabra:
“Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por
causa mía, sino por causa de vosotros. Ahora es el juicio de este mundo; ahora
el príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, si fuere levantado de la
tierra, a todos atraeré a mí mismo” (Juan 12:30-32)
Si pudiéramos entender realmente el poder de Dios,
no seríamos fácilmente engañados con doctrinas de hombres falsas, ni en
aquellos evangelistas que pretenden lucrarse del evangelio, llenos de vanidad y
sin nada de espiritualidad. Al respecto la palabra nos exhorta:
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder
se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien
en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual,
por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en
persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2ª
Corintios 12:9-10).
Creer en el poder de Dios en mi es sin duda alguna
obedecer la palabra, ya que ahí se plasma el propósito que él tiene con sus
hijos. En estas sagradas escrituras se manifiesta el poder de Dios, sus
maravillas, sus milagros, su majestad. Y resulta un privilegio total ser fiel y
leal al Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Al respecto la
palabra de Dios expresa lo siguiente:
“Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo
soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna
semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las
aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo
soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre
los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago
misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos” (Éxodo
20:1-6)
En este sentido, debemos obedecer a Dios y no
dejarnos guiar por falsas doctrinas y paradigmas que nada tienen que ver con lo
que nos enseña la biblia. Debemos adentrarnos en su palabra, conocerla,
internalizarla y mantener una comunión con Dios para que nos de sabiduría y
discernimiento, ya que en algunos momentos hay cosas que no entendemos bien y
por eso, podemos caer en las dudas y en las trampas del enemigo.
Pero si nos ponemos la armadura de Cristo,
difícilmente nos podrán engañar, ya que estamos resguardados con el poder de Dios:
“Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las
insidias del diablo” (Efesios 6:11)
VERSÍCULOS SOBRE EL PODER DE DIOS
El poder de Dios en mí es un regalo que él nos da
por ser sus hijos. Pero para activarlo debemos obedecerlo en todo momento, leer
su palabra y mantenernos en oración día a día, ya que el enemigo no descansa.
Por lo cual estos versículos te pueden ayudar a conocer la majestuosidad de
Dios para que tu fe no decaiga y confíes plenamente en el Señor, a pesar de las
adversidades:
Romanos 15:13 “Y el Dios de
esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en
esperanza por el poder del Espíritu Santo”
2.- 1ª Corintios 1:18 “Porque la palabra de la cruz es locura a los que
se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios”
1ª CORINTIOS 1:24 “…más para los llamaos, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios”
ROMANOS
15:18-19 “Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por
medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras,
con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de
manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Iírico, todo lo he
llenado del evangelio de Cristo”
ROMANOS
9:22 “¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su
poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para
destrucción?”
ROMANOS 1:16 “Porque no me avergüenzo del
evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al
judío primeramente, y también al griego”
ROMANOS
1:20 “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se
hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por
medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”
ROMANOS
9:17 “Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he
levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por
toda la tierra”
2ª
CORINTIOS 4:7 “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la
excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”
ROMANOS
8:8-11 “Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Más
vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu
de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de
él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa
del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de
aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de
los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su
Espíritu que mora en vosotros”