SON LAS ESCRITURAS QUIENES MEJOR INTERPRETAN A LAS ESCRITURAS
PRINCIPIOS BÁSICOS PARA INTERPRETAR LA BIBLIA
Dios había dicho anteriormente: «De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás» (Génesis 2: 16, 17). Satanás no negó estas palabras. Más bien las tergiversó, y les dio un sentido que no tenían. Esta clase de error se produce por omisión y por adición.
Omisión: consiste en citar sólo aquella parte del
pasaje que conviene y omitir el resto. La Biblia nos habla de dos clases de
muerte: la física y la espiritual. La muerte física es la separación del alma
del cuerpo. La muerte espiritual es la separación del alma de Dios. Cuando Dios
le dijo a Adán: «Ciertamente morirás» (Génesis 2: 17), se refería a la muerte
tanto espiritual como física. Cuando la serpiente, en cambio, le dijo a Eva:
«No moriréis» (Génesis 3:4), intencionadamente omitió toda referencia a la
muerte espiritual.
Adición: consiste en decir más de lo que la Biblia
dice en realidad. En su conversación con Satanás, Eva cita lo que Dios le había
dicho a su marido. Pero agrega a lo dicho por Dios la frase: «ni le tocaréis»
(Génesis 3:3). Uno puede tergiversar las Escrituras para hacer que digan más de
lo que en realidad dicen. Muchas veces la razón del «agregado» radica en el
deseo de hacer que el mandato de Dios parezca irrazonable y por tanto indigno
de ser obedecido.
Cuando estudias la Biblia, deja que te hable por sí
sola. Ni quites ni añadas. Que la Biblia sea su propio comentario. Compara
Escritura con Escritura.
Isaías dice, por ejemplo: «Por tanto, el Señor
mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y
llamará su nombre Emanuel» (Isaías 7: 14). En el idioma hebreo en que fue
escrito originalmente este libro, la palabra que nuestra versión y otras
traducen como «virgen» puede en realidad ser traducida indistintamente como
«mujer joven» o como «virgen». Mateo el evangelista cita este mismo versículo
en relación con el nacimiento virginal de Jesucristo (Mateo 1:23). En el
griego, sin embargo, la palabra sólo admite un significado: «virgen». En otras
palabras, Mateo nos interpreta lo dicho por Isaías y nosotros traducimos la
expresión del profeta mediante el vocablo «virgen».
Esta segunda
regla tendrá su mayor aplicación en las grandes verdades de la Biblia, más bien
que en versículos específicos. Una de esas verdades es la de la seguridad de la
salvación. Podríamos citar versículos separados que presten su apoyo a ambas
posiciones, si se pierde o no la salvación. Pablo dijo a los Gálatas: «De la
gracia habéis caído» (Gálatas 5:4). Al leer esto, lógicamente podríamos pensar
que es posible perder la salvación luego de obtenida.
Pero por otra parte, Jesús dijo: «Mis ovejas oyen
mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán
jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor
que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre» (Juan 10:27-29).
¿En cuál de los dos versículos nos apoyamos? Un
estudio a fondo del tema de la seguridad de la salvación, al comparar Escritura
con Escritura, nos confirmará que el que cree puede tener la certeza de haber sido salvado una vez para siempre a
base de la obra terminada de Cristo en la cruz del Calvario.
Por ejemplo, al estudiar la crucifixión de Cristo
en Mateo 27: 27-50, debemos buscar las referencias que tengan que ver con el
versículo 35: «Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus
vestidos, echando suertes». Un buen sistema de referencias incluiría, en este
caso, el Salmo 22: 18, que es el versículo del Antiguo Testamento que aquí se
cita. Pero también hará mención de Marcos 15:24, Lucas 23:33, 34 y Juan 19:23,
24, pasajes todos que relatan las crucifixión en forma paralela a los otros
Evangelios. Otras referencias de orden secundario serían: Josué 7: 21, 1 Reyes
11: 29 y Daniel 7:9 que se refieren al tema «vestidos».
Pero en todos estos ejemplos permanece incólume el
principio fundamental: deja que las Escrituras expliquen a las Escrituras. La
Biblia se interpretará a sí misma si se estudia correctamente.
TOMADO
DE: ENTENDAMOS 24 PRINCIPIOS BÁSICOS PARA INTERPRETAR LA BIBLIA.
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