LAS LEYES DEL ANTIGUO PACTO NO SON PARA NOSOTROS EN ESTE TIEMPO
La palabra pacto significa acuerdo, testamento,o
convenio. Cuando hablamos de los dos pactos, o del Antiguo y nuevo pacto, nos
referimos al primero hecho por Dios con
Israel a través de Moisés, y al segundo, que siglos después hizo con todo
hombre a través de Jesucristo.
CONOZCAMOS QUE SIGNIFICA AYO. La referencia de Pablo al "ayo" Gál. 3:24) de estas escuelas romanas, fue primeramente mal entendida por muchos, hasta que los escritos papiros arrojaron luz sobre su significado. El individuo llamado en nuestra traducción "ayo" realmente no era el jefe o maestro: más bien un esclavo fiel cuya obligación era llevar y a los hijos de su jefe a la escuela y cuidar de que no les sucediera algún mal. Pablo comparaba a Cristo con el maestro real, y la ley era semejante el esclavo cuya obligación era llevar al alumno al maestro.
I- UN POCO DE HISTORIA.
Desde la creación del mundo, hasta que el Señor
entregó las leyes a Moisés en el monte Sinaì hubo un periodo de tiempo de casi
2500 años. Este período es conocido como la era patriarcal. Se le llama así
porque a los jefes de familia o
patriarcas era a quienes Dios le revelaba su voluntad.
En este período Dios hizo pacto con Adán (Génesis
2), Con Noé (Génesis 9), Con Abraham (Génesis 12:1-3), con Isaac (Génesis
26:3,4) y con Jacob (Génesis 28:13,14). Todos ellos eran patriarcas o cabezas
de familia.
Estos últimos tres (Abraham, Isaac y Jacob) fueron
los padres de la nación de Israel de la
cual vino el Mesías; Nuestro Señor Jesucristo, el cual es la simiente de la
mujer, prometida para rescatar al hombre de su caída en el pecado (Véase
Génesis 3:15 + Gàlatas 4:4,5).
De manera que Dios eligió a Abraham para hacer de
él una gran nación y por medio de esa nación traer al Cristo. Le prometió a Abraham que salvaría al hombre
por medio de la fe en la simiente o descendencia de Abraham que es Cristo (Gàlatas
3:8,9,16).
Sin embargo, unos 430 años después de haber dado
esta promesa a Abraham, Jehová Dios le da a la nación que vino de los lomos de
Abrahan; entiéndase Israel, una ley para que la guardara y viviera por ella.
¿Acaso no hay una contradicción ahí? ¿Acaso la ley no anula la promesa?. La
respuesta de las Escrituras es que no (Gàlatas 3:17,18). La pregunta que surge
entonces es: ¿Para qué sirve la ley?.
II- ¿CUÁL FUE EL PROPÓSITO DE LA LEY?
Gàlatas 3:19 dice: “Entonces, ¿Para qué sirve la
ley? Fue AÑADIDA A CAUSA DE LAS TRANSGRESIONES, hasta que viniese la simiente a
quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un
mediador.”.
Si analizamos detenidamente el texto Bíblico
veremos que nos da mucha información sobre el propósito de esa ley que fue la
base de primer pacto. Primero nos dice que FUE AÑADIDA. Esto quiere decir que
no estaba en los planos originales de Dios, sino que fue una anexo. O sea, que
Dios nunca planificó salvar al hombre por medio de la ley, sino por medio de la
fe (Habacuc 2:4; Hebreos 10:38).
También aprendemos de este texto que la razón que
llevó a Dios a hacer este “Anexo” en sus planes fue LAS TRANSGRESIONES. Es
decir, que el pueblo que Dios había formado de la simiente de Abraham y a
través del cual pensaba traer al Cristo, era un pueblo muy rebelde y pecador.
Así que, hasta que se cumpliera la promesa hecha a Abraham de mandar por medio
de él a Cristo, ese pueblo necesitaba un freno a sus TRANSGRESIONES o pecados. De manera que uno de los
propósitos principales de la ley fue servir de freno a los Israelita (Gàlatas
3:21-23). La ley les señalaba que eran pecadores (Romanos 3:20) y les hacía pensar en la necesidad de alguien
que los pudiera ayudar a vencer lo que por si solos no podían.
Además aprendemos que esa ley fue dada con un limite
muy claro de tiempo: HASTA QUE VINIESE LA SIMIENTE. Una vez que la ley cumplió
su propósito, dio paso al cumplimiento de la promesa hecha a Abraham de salvar
al hombre por la fe (Gàlatas 3:24,25; Romanos 3:21-24).
En resumen, los propósitos de la ley fueron: a)
Señalar al hombre que era pecador b)
Demostrarle que por sí mismo no podía salvarse, ya que necesitaba cumplir con
todo sin nunca fallar (Gàlatas 3:10-12). C) Crearle la conciencia de la
necesidad de un salvador (Gàlatas 3:24). D) Promover la santidad entre el
pueblo de Israel, por medio de frenar las transgresiones (Deuteronomio 7:6,11).
ARA QUIENES FUE EL PRIMER PACTO?.
1-Algunos estudiosos de la Biblia dicen que lo que
conocemos como el primer pacto principió con
Adán. Esto lo dicen para probar que Adán guardó el día sábado y que Noé
también lo hizo al igual que Abraham. Sin embargo ya vimos que Dios hizo pacto
con muchos patriarcas, pero no nos referimos a esos pactos como el antiguo
testamento. Cuando hablamos del antiguo pacto hablamos de aquel que se
estableció a partir de que Moisés recibió las leyes en el monte Sinaì (Nehemìas
9:13,14), y que fue sellado con la sangre de animales (Éxodo 24:6-8; Hebreos
9:19-22).
2- Ese pacto fue con una sola nación: ISRAEL. La
razón por la cual Dios la escogió fue simplemente porque eran los descendientes
de Abraham y le había hecho una promesa de que así sería (Deuteronomio 7:7-9).
3- Cuando el Señor anunció los 10 mandamientos
(Deuteronomio 5:1-21), cuando dio detalles de cómo sería guardado el día de
reposo (Éxodo 31:12-17), igualmente cuando habló sobre los diezmos (Levítico
27:30-34) y en muchos otros casos, siempre especificó que estos eran
mandamientos de carácter exclusivo para el pueblo de Israel.
4- Para que no quedara lugar a dudas, Moisés al
repetirles los 10 mandamientos aclaró muy bien que el pacto no era con sus
antepasados, sino con ellos (Deuteronomio 5:1-6), y que tampoco existía otra
nación que gozara del privilegio de tener una ley igual (Deuteronomio 4:1,8)
III- OTROS DATOS IMPORTANTES SOBRE EL ANTIGUO
PACTO.
La base del antiguo pacto eran los 10 mandamientos
(Éxodo 34:27; 1Reyes 8:9), así que el acuerdo estaba sustentado en este
decálogo y en otras muchas leyes de carácter moral, ceremonial, y hasta
sanitario.
No es cierto que los 10 mandamientos son la ley
moral y los otros mandamientos la ley ceremonial. Hay muchos mandamientos fuera
de los 10 que tienen que ver con moralidad (Por ejemplo Levítico 19:18; Éxodo
23:1-3). Por otra parte el cuarto mandamiento de los 10 que tiene que ver con
el día de reposo, no tiene nada que ver con moralidad.
Tampoco es cierto que los 10 mandamientos son la ley
de Dios y los demás son la ley de Moisés. Todos son mandamientos de Dios, dados
por medio de Moisés (Nehemìas 9:14).
También algunos creen que los Salmos no forman
parte del Antiguo pacto, pero Jesucristo dice que si (Lucas 24:44-46).
También es bueno entender que el antiguo testamento
testifica sobre su carácter transitorio al anunciar días en que el Señor haría
un nuevo pacto (Jeremías 31:31-34).
En conclusión hay que entender que la profecía de
Jeremías se cumplió unos 700 años después con la llegada del nuevo pacto (Véase
Hebreo 8:8-13). Que Cristo no vino a abrogarlo, sino a cumplirlo (Mateo
5:17-20) y que de hecho lo cumplió (Juan 19:30) y lo quitó de en medio y lo
clavó en la cruz (Colosense 2:13-17). Que también clavó en la cruz los 10
mandamientos que el Espíritu Santo a través de Pablo lo llama “El ministerio de
muerte” (2Corintios 3:6-18).
Hoy vivimos bajo la ley de Cristo (1Corintios
9:19-21). La ley de la libertad (Santiago 1:25), la ley real (Santiago 2:8). La
cual nos prohíbe todo lo que le hace daño a nuestra alma y ofende a Dios y lo
hace condenando el pecado desde el corazón (Mateo 5:28; 1Juan 3:15).
IV- NOSOTROS VIVIMOS BAJO EL NUEVO PACTO.
El plan de Dios desde un principio fue salvar al
hombre por medio de Cristo (Génesis 3:15). Para hacerlo el Señor escogió a
Abraham. De los hijos de Abraham escogió a Isaac. De los Hijos de Isaac escogió
a Jacob o Israel y de los doce hijos de Israel eligió a la tribu de Judà para
traer al salvador. Todo esto lo hizo dentro de un maravilloso plan y cada cosa
en su tiempo (Véase con cuidado Efesios 1:3-10).
En el pasaje de la transfiguración (Mateo 17:1-5),
el Padre dejó claramente establecido que no a Moisés (Representante de la ley),
ni es a Elías (Representante de los profetas), sino a Cristo a quien tenemos
que oír. Él tiene toda potestad en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18). Él es
la cabeza de la iglesia (Colosenses 1:18), de manera que todo lo que hagamos,
debe hacerse en su nombre (Colosenses 3:17).
Cristo es la voz autorizada por el Padre para
hablarle al hombre hoy. El Señor hablo en otro tiempo de muchas maneras. En la
era patriarcal habló por boca de los jefes de familia. En la era Judaica habló
por medio de Moisés y otros profetas. En esta última era de la humanidad nos
habla a través de su hijo (Hebreos 1:1).
Cristo nos habla a través de su palabra revelada en
el nuevo testamento. Él inspiró con el Espíritu Santo a los Apóstoles (Juan
16:12,13; 14:26,27). Los apóstoles predicaron (Hechos 2:4) y escribieron por
inspiración divina (1Tesalonisenses 2:13; 1Corintios 14:37). Hoy la iglesia de
Cristo persevera en la doctrina de los apóstoles, que es lo mismo que decir, en
la doctrina de Cristo (Hechos 2:42; 2Juan 9).
V- ¿PARA QUIENES? Y ¿HASTA CUANDO?.
A diferencia del antiguo pacto que era con solo una
nación, el nuevo por el contrario es para todas las naciones. Cuando Cristo dio
instrucciones a sus Apóstoles, les mando a ir por todo el mundo y hacer
discípulos de todas las naciones (Mateo 28:19).
De manera que aunque el evangelio comenzara a predicarse desde Israel,
sin embargo debía llegar hasta los último de la tierra (Hechos 1:8).
El apóstol Pedro predicó por inspiración de
Espíritu Santo diciendo que la promesa de Dios era para los judíos que estaban
presentes el día de Pentecostés, pero también era para sus hijos Y PARA TODOS
LOS QUE ESTAN LEJOS, entiéndase los gentiles o personas de otras naciones
(Hechos 2:39; Efesios 2:11-13).
Aunque el apóstol inspirado dijo eso, sin embargo
fue mucho tiempo después cuando entendió el significado de esas palabras,
cuando Dios le reveló en una visión que debía ir a predicar a casa de Cornelio,
que resulto ser oficialmente el primer gentil convertido al cristianismo
(Hechos 10:34,35).
De modo que aunque mucha gente piensa que las leyes
de Dios hoy son solo para los cristianos, la verdad es que todo ser humano va a
ser juzgado por ella (Juan 12:48). De ahí que el llamado de los siervos de Dios
sea al arrepentimiento para todo hombre en todo lugar (Hechos 17:30,31).
Este pacto o acuerdo que comenzó con la muerte de
Cristo (Hebreos 9:16,17), estará en vigor hasta que Cristo venga por segunda
vez a destruir al mundo y a juzgar a vivos y muertos (2Pedro 3:10-14;
Apocalipsis 20:11-13)
Aunque no debemos menospreciar nunca el Antiguo Pacto, pues su creador es Dios, sin embargo si debemos destacar la superioridad del nuevo con relación al viejo.
El Nuevo pacto es mejor entre otras cosas porque
está establecido sobre mejores promesas (Hebreos 8:6). Es mejor porque el
antiguo hacia descansar sobre el ser humano imperfecto la obligación de cumplir
la ley sin fallar, lo que lo convertía en un pacto con defecto (Hebreos 8:7). Y
sobre todo porque el nuevo pacto fue sellado con la sangre de nuestro Señor
Jesucristo (Hebreos 10:28,29).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario