SOBRE LA INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA
1. La Biblia, en sus manuscritos originales, es la
Palabra de Dios inspirada, inerrante, e infalible.
- Aunque las iglesias evangélicas hoy, en general,
mantienen esto en su declaración de fe; en su práctica muchas están dando lugar
a la teología critica que considera la Biblia una palabra humana que puede
errar. (Esta teología errónea se esconde p.ej. detrás de las "ciencias bíblicas"
promovidas por las Sociedades Bíblicas, y se encuentra en muchos comentarios
teológicos y Biblias de estudio.) Una vez abiertas las puertas para esta
teología crítica, inevitablemente siguen otros errores doctrinales.
2. Las iglesias evangélicas hoy, en general,
interpretan la Biblia a través del filtro de su propia tradición y costumbre
eclesiástica. Esta tradición les impide ver lo que la Biblia realmente dice.
Al leer "iglesia", se imaginan una
iglesia evangélica de hoy, y no se dan cuenta de que la iglesia del Nuevo
Testamento fue muy diferente. Al leer "convertirse", se imaginan a
una persona que repite una oración de entrega en una campaña evangelística, y
no se dan cuenta de que UNA CONVERSIÓN EN EL NUEVO TESTAMENTO FUE MUY
DIFERENTE. Al leer "pastor", se imaginan a un pastor de una
iglesia actual, y no se dan cuenta de que un pastor en el Nuevo Testamento fue
algo muy diferente. (Los ejemplos podrían multiplicarse interminablemente.)
3. El libro de Hechos, y las cartas de los
apóstoles, son la descripción del estado normal de la iglesia, según la
voluntad de Dios para todos los tiempos.
El Señor es el mismo por todos los tiempos; Su
Palabra permanece para siempre (Is.40:8, Mat.24:35); y si Él hubiera provisto
algún cambio después de concluir el Nuevo Testamento, Él lo hubiera anunciado
proféticamente. Las iglesias evangélicas hoy, en general, consideran el libro
de Hechos solo como una historia de tiempos pasados; o interpretan su mensaje
de una manera que se ajuste a su propia tradición denominacional; Y DE
CUALQUIERA DE ESTAS MANERAS, NO APLICAN SU MENSAJE PARA LOS TIEMPOS ACTUALES.
Con esto cometen un error grave y se vuelven ciegas para el tamaño de su
apostasía.
SOBRE EL NUEVO NACIMIENTO
4. El nuevo nacimiento es obra de Dios, no del
hombre (Juan 3:8, 6:44). Es Dios quien llama y justifica a los que predestinó
(Rom.8:29-30). La responsabilidad del hombre consiste en responder al llamado
de Dios con arrepentimiento y fe (Marcos 1:15, Hechos 2:38, Rom.4:5).
LAS IGLESIAS EVANGÉLICAS HOY, EN GENERAL, CREEN
Y ENSEÑAN QUE EL NUEVO NACIMIENTO ES OBRA DEL HOMBRE (POR MÁS QUE SU DOCTRINA
OFICIAL SEA DIFERENTE) - ESTO LO DEMUESTRAN EN SUS PRÁCTICAS MANIPULATIVAS DE
EVANGELIZACIÓN.
5. El nuevo nacimiento no ocurre por repetir una
oración de entrega, u otros "métodos" humanos. No existe ningún
caso en el Nuevo Testamento donde alguien hubiera nacido de nuevo en esta
manera.
Las iglesias evangélicas hoy, en general, aceptan
como convertido a una persona que repitió una oración de entrega. Por causa de
esta práctica errónea, las iglesias están muy engañadas y no se dan cuenta de
que se encuentran muchos falsos hermanos en las iglesias.
6. El verdadero arrepentimiento consiste en
confesar el pecado y apartarse de él (Prov.28:13). Este arrepentimiento
requiere que uno haya experimentado, por la obra del Espíritu Santo, la
convicción de su pecado (Juan 16:8-9). Una confesión de pecados, sin que el
Espíritu Santo haya obrado para convicción, y sin la decisión firme de
apartarse del pecado, no es arrepentimiento verdadero.
7. Las iglesias evangélicas hoy, en general, no
predican ni practican este verdadero arrepentimiento. En triste
consecuencia, muchos de los que profesan ser cristianos evangélicos, nunca han
nacido de nuevo en verdad.
8. La fe verdadera, que confía en el sacrificio
único de Jesucristo para el perdón de los pecados y nuestra salvación, conduce
a una seguridad de ser salvo ahora, no solo una esperanza de ser salvo
"algún día" (Juan 5:24).
9. Esta fe verdadera puede obrar solo después de
haber recibido la convicción del pecado por medio del Espíritu Santo, y después
de haberse arrepentido de verdad; no antes.
El que intenta confiar en el sacrificio de Cristo,
o recibe el "regalo de la salvación", sin haber experimentado convicción
de su pecado, vive en una confianza falsa, porque todavía no sabe de qué
peligro y condenación necesita ser salvo.
10. La fe verdadera no "reclama" nada de
Dios, ni hace "confesiones positivas" de algo que se imagina
contrario a la realidad. Estas "recetas" provienen de la idea del
"pensamiento positivo" de la Nueva Era, y no de la Biblia.
La fe verdadera confía sencilla y firmemente que
Dios hará lo que Él ha prometido, no lo que yo me imagino.
11. El que nace de nuevo, recibe en su espíritu el testimonio
del Espíritu Santo, de que es hijo de Dios (Rom.8:16).
Este testimonio no es lo mismo como una imaginación
humana de ser salvo, ni un acto humano de "reclamarlo por fe". El que
recibe este testimonio, sabe con certeza que este testimonio no procede de su
propia imaginación o voluntad. QUIEN NO TIENE ESTE TESTIMONIO EN SÍ, NO HA
NACIDO DE NUEVO (ROM.8:9).
SOBRE LA EVANGELIZACIÓN
12. Evangelización en el Nuevo Testamento es
convencer del pecado y llamar al arrepentimiento para ser salvo. (Mat.3:2,
4:17, Hechos 2:22-23.36-38, Rom.3:19-24)
13. En el Nuevo Testamento nunca se hicieron
invitaciones a "aceptar a Cristo", o parecido.
Aunque se llamaba al arrepentimiento, cada uno
tenía que manifestar su arrepentimiento por iniciativa propia. (La exhortación
"Arrepiéntete y bautízate..." fue dada solamente a aquellos que ya
habían preguntado: "¿Qué debo hacer para ser salvo?" - Hechos
2:37-38, 16:30-33).
14. Las iglesias evangélicas hoy, en general, en su
afán de ganar más miembros, invitan a pecadores no arrepentidos a "aceptar
a Cristo". Esto produce muchas conversiones falsas y muy pocas
conversiones verdaderas.
15. En el Nuevo Testamento, los cristianos nunca
trajeron a inconversos a las reuniones de la iglesia.
Al contrario, los inconversos tenían miedo de
juntarse con la iglesia (Hechos 5:13). Solo después de convertirse, se juntaban
con la iglesia. (Esto no es de confundir con las reuniones en lugares públicos,
donde todos tenían la oportunidad de escuchar la enseñanza de los apóstoles, aun
sin unirse a la iglesia.)
16. Las iglesias evangélicas hoy, en general, traen
a los inconversos a la iglesia; entonces estos inconversos empiezan a
comportarse exteriormente como cristianos, hasta que son aceptados como
"hermanos", mientras en realidad nunca nacieron de nuevo. De esta
manera las iglesias se llenan con falsos hermanos. El mismo hecho de que los
inconversos se atrevan a juntarse con la iglesia sin sentir vergüenza, es una
señal de cuán lejos nos hemos apartado del estado de la primera iglesia.
17. En el Nuevo Testamento, la forma como un
pecador manifestaba su arrepentimiento fue por medio del bautismo. (Hechos
2:38-41, 8:12, 8:35-38, 10:47-48, etc.)
18. LAS IGLESIAS EVANGÉLICAS HOY, EN GENERAL, HACEN
ESPERAR INNECESARIAMENTE A LOS VERDADEROS CONVERTIDOS PARA SER BAUTIZADOS;
DURANTE ESTE TIEMPO DE ESPERA EL ENEMIGO PUEDE SEMBRAR TODA CLASE DE DUDAS,
TENTACIONES Y DESÁNIMO EN EL CORAZÓN DE LOS CONVERTIDOS; por falta de
discernimiento, bautizan a inconversos que simplemente han aprendido a
conformarse con las formas exteriores del cristianismo, después de pasar mucho
tiempo juntos con los cristianos. El verdadero convertido no necesita esperar
para ser bautizado, y el falso convertido no se convierte en uno verdadero por
más que le hagan esperar.
19. La evangelización del Nuevo Testamento nunca
prometía algo aparte de la salvación y la vida eterna. No se prometía ni
sanidad, ni la solución de problemas personales, ni prosperidad, ni felicidad,
como "recompensa" de la conversión. Al contrario, el Señor llamó a
sus seguidores a perder todo, hasta su vida, por causa de El (Mat.10:37-39,
16:24-26, Luc.9:57-62), y les anunció persecuciones y sufrimiento
(Mat.10:16-25, 24:9-13). Solo aquellos que siguen al Señor de esta manera,
pueden entonces recibir también la promesa: "...y todas estas cosas os
serán añadidas" (Mat.6:33) - lo que se refiere únicamente a las
necesidades básicas de la vida.
20. Las iglesias evangélicas hoy, en general,
intentan atraer a nuevos convertidos con promesas de sanidad, solución de
problemas personales, prosperidad, felicidad, etc. De esta manera se producen
conversiones falsas porque las personas se "convierten" por motivos
equivocados y egoístas.
21. Como un bebé recién nacido clama por leche, un
cristiano verdadero nacido de nuevo busca por sí mismo la comunión con el Señor
y con sus hermanos. Si no demuestra esta hambre y sed por el Señor, no es un
verdadero convertido. Muchos miembros de iglesias evangélicas hoy tienen que
ser "animados" constantemente porque por sí mismos no tienen esta
hambre y sed por el Señor; esto demuestra que en realidad no han nacido de
nuevo.
22. Las iglesias evangélicas hoy, en general, están
equivocados en sus intentos de hacer un "seguimiento" a falsos
convertidos, jalándolos para el culto cuando en realidad no quieren,
obligándoles a actuar de manera "cristiana" cuando su naturaleza no
arrepentida les impulsa hacia el lado opuesto, etc. Todo esto es una pérdida de
tiempo, fuerzas y recursos; mientras queda desatendida la verdadera obra del
Señor, el guiar a las personas al arrepentimiento verdadero y la fe verdadera
según los principios que El mismo estableció.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario